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Fotoenvejecimiento, como prevenirlo

Los efectos clínicos que las radiaciones ultravioletas producen en la piel de forma crónica, se llama fotoenvejecimiento. Es decir, el daño producido por el sol en nuestra piel acelera el envejecimiento, independientemente de la edad real de la misma.

La piel tiene memoria, por lo que debes tener en cuenta que los excesos solares en tu piel con 15 años, probablemente aparezcan a los 40. Esto no significa que no debas tomar el sol, ya que es nuestra principal fuente de energía y aporta numerosos beneficios a nuestro organismo: facilita la síntesis de Vitamina D que ayuda al mantenimiento óseo de nuestro cuerpo, fortalece nuestro sistema inmune, equilibra el colesterol, disminuye la presión, etc.

Sin embargo, la exposición solar acumulada puede producir daños prematuros en nuestra piel, photoaging o fotoenvejecimiento.

El fotoenvejecimiento se suele clasificar en 4 grupos:

  • Leve. Es el más común y suele aparecer 28 a los 35 años. Este fotoenvejecimiento se caracteriza por arrugas y líneas muy leves e incipientes.
  • ModeradoAparece entre los 35 y los 50 años. Aparecen arrugas ya visibles y queratosis actínicas.
  • Avanzado. Es a partir de los 50 y hasta los 65 años, cuando las arrugas ya son pronunciadas y se aprecian también con ausencia de gesticulación. Hay también lesiones actínicas, queratosis y/o léntigo.
  • Severo. De los 60 a los 75 años. La piel ya presenta arrugas profundas y abundantes lesiones cutáneas.

Pero no solo depende exclusivamente de la edad, sino al contrario. Un alto porcentaje del envejecimiento prematuro de la piel, se debe a factores externos y a los hábitos de vida que adoptamos. El tabaco, una mala alimentación, la contaminación, el estrés, la falta de sueño y una excesiva exposición al sol sin protección, son factores que afectan de manera determinante a nuestra piel y por tanto a nuestra manera de envejecer.

¿Cuáles son los principales síntomas del fotoenvejecimiento?

En ocasiones una mujer de 35 años que haya tomado mucho sol sin protección solar puede presentar más léntigos y arrugas que una mujer de 50 que se haya protegido mucho. Por tanto, debemos individualizar el tratamiento en cada caso, realizando un buen diagnóstico en función a los síntomas que presente el paciente.

  • Piel seca, áspera y sin brillo. Poros dilatados principalmente en mejillas y barbilla.
  • Descolgamiento y falta de elasticidad principalmente en los pómulos, lo que hace que el surco nasolabial se haga más pronunciado debido a la disminución de la síntesis del ácido hialurónico.
  • Arrugas y líneas profundas generalmente alrededor de los ojos y en la zona peribucal. Según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), se estima que el 75% de las arrugas son producidas por la exposición solar.
  • Manchas y pigmentación irregular. Comienzan a aparecer léntigos (manchas marrones), lunares y pecas.
  • Capilares rotos en mejillas, aletas nasales y escote.
  • Queratosis actínica. Manchas de color rojizas blanquecina o rosadas, de aspecto escamoso y con volumen. Pueden ser lesiones precancerosas por lo que se aconseja acudir a un especialista para valoración.

Tratamientos para tratar el fotoenvejecimiento

Como hemos dicho anteriormente la piel tiene memoria y los excesos del pasado se ven tras los años. La piel no es capaz de autorreparar las lesiones causadas por los daños solares, por lo que el fotoenvejecimiento es irreversible de manera natural.

“La mejor forma de luchar contra él es la prevención. Evitar las horas centrales del día, sobre todo en verano, reducir la exposición solar y usar un buen protector durante todo el año, evitará daños mayores a largo plazo.”

Actualmente existen algunos tratamientos farmacológicos, para casos leves, y médicos estéticos en pacientes con signos más avanzados, para contrarrestar los signos del envejecimiento prematuro de nuestra piel.

En función de las molestias de cada paciente se pueden realizar diferentes tratamientos médico estéticos como el peeling con ácido tricloroacético, dermoabrasión o láser resurfacing. En el caso de que se necesiten corregir arrugas o líneas muy marcadas se puede recurrir a implantes de relleno y procedimientos de reposición de volúmenes para devolver la armonía al rostro.

  • Redensificación con ácido hialurónico. Activa las funciones de las células de la piel, reestructura y regenera, proporcionando una mejora en textura e hidratación, tratando arrugas y líneas de expresión.
  • Tratamiento IPL (luz pulsada intensa) que estimula la producción de colágeno y elastina, muy eficaz en el tratamiento de cicatrices, estrías y pigmentación.
  • Exfoliación química o peeling facial. Remueve la capa externa de la piel y corrige la pigmentación irregular, imperfecciones, arrugas y cicatrices.
  • Mesoterapia. Se realiza mediante pequeñas microinyecciones no dolorosas en la zona fotoenvejecida para aumentar la producción de colágeno, con principios activos como el ácido hialurónico, vitaminas, plasma rico en plaquetas, etc. Se puede realizar en cara, cuello, escote y manos.
  • Fotomodulación LED de diferentes colores, mejorando el funcionamiento de la piel a nivel celular y favoreciendo la formación de colágeno y elastina.

La prevención siempre es el mejor tratamiento

Lo más importante es que recuerdes que el envejecimiento forma parte de un proceso natural que no podemos controlar. Pero lo que si podemos retrasar es el fotoenvejecimiento, controlando la exposición de nuestra piel al sol y sobre todo protegiéndola de manera consciente.

Ahora que ya sabes qué es el fotoenvejecimiento y cómo podemos ayudarte, en el caso de notar la aparición de los primeros síntomas, no dudes en acudir a nosotros.